¿Homus Económicus u Homus responsabilus?
¿Homus Económicus u Homus responsabilus? Tú decides.
Escrito por: Herrera, M.
Hoy por hoy, se han evidenciado grandes avances en cuanto a innovación en tecnología, productos y procesos en las grandes empresas que rigen el comercio a nivel mundial, generando como consecuencia el crecimiento y competitividad de tales organizaciones basadas en la gestación de productos y servicios que suplan o satisfagan las necesidades de sus clientes. Es precisamente éste aspecto uno de los más controversiales, debido a que al analizar esa última frase surge la siguiente inquietud ¿somos consumidores de lo que necesitamos realmente, sin permitir que la búsqueda de beneficios particulares nos domine? Es decir, ¿demandamos productos, bienes y servicios tomando antes una postura de conciencia social mediante la cual se promueva el respeto al derecho de otras personas por adquirir los mismos beneficios? ¿Pensamos en la preservación de nuestro ambiente natural para que las nuevas generaciones puedan disfrutar de las riquezas de ésta tierra antes de adquirir algún producto en el mercado?
Desafortunadamente, a pesar de todos los proyectos que se han emprendido para educar y capacitar al ser humano con el fin de que éste sea un consumidor responsable, aún quedan muchos esfuerzos por realizar. Ante esto, la Cumbre de Johannesburgo (2002. Citado por la Revista Eureka sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias, 2007) afirma que “el 15% de la población mundial que vive en los países de altos ingresos es responsable del 56% del consumo total del mundo, mientras que el 40% más pobre, en los países de bajos ingresos, es responsable solamente del 11% del consumo”. Lo anterior, refleja no solo el hiperconsumo en algunos sectores del globo, sino que también deja entrever la desigualdad en cuanto a repartición de bienes y servicios entre países “desarrollados” y “subdesarrollados”.
Tal hecho demuestra la falta de conciencia y responsabilidad por parte de la sociedad respecto al derecho de todo ser humano a tener una vida digna, ya que éste tipo de acciones de hiperconsumo de agua, energía y productos cuyos componentes involucran químicos de impacto negativo para el medio ambiente, priva a futuros descendientes de la oportunidad de vivir en optimas condiciones. De acuerdo con lo anterior, la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo (1988. Citada por la Revista Eureka sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias, 2007) afirma que “estamos tomando prestado capital del medio ambiente de las futuras generaciones sin intención ni perspectiva de reembolso”. Tales actos son propios del “Homus Economicus” termino que según Villegas y López (2006) hace referencia al consumidor como un ser aislado y enfocado en su propio interés.
Por tal razón emana la necesidad de implementar acciones que permitan identificar al hombre como un “Homus Responsabilus” el cual según Villegas y López (2006) pone en consideración a los demás en sus decisiones, a pesar de no dejar de lado el propósito maximizador de su satisfacción. Por otro lado, la lucha a favor del consumo responsable no es algo nuevo, de acuerdo con lo afirmado por Ocampo, Perdomo y Villa (2014), en los años cincuenta en Estados Unidos se desarrolló La “Social Responsible Scale” de Berkowitz y Lutterman (1968) un instrumento que mide de forma cuantitativa la responsabilidad social en el consumo de las personas, teniendo en cuenta variables como el género, edad, pertenencia política y nivel de educación. En los noventa se desarrollaron instrumentos cuyo objetivo correspondía determinar el perfil del consumidor verde (con preocupaciones ecológicas) y sus diferentes actitudes. Finalmente, en la última década se han desarrollado instrumentos capaces de medir la responsabilidad social empresarial y su relación con el consumo responsable como lo es la escala Socially Resposible Purchase and Disposal (SRPD).
En la misma línea, no es necesario ir tan lejos para hablar de proyectos de cambio a favor de la promoción del consumo responsable. Sí, en Barranquilla-Colombia existen empresas que promueven la sostenibilidad del medio ambiente por medio de la creación de proyectos que disminuyan el impacto negativo que genera la creación de sus productos, como lo son: “Alpina, Argos, Bancolombia, Cerromatoso, Corona, Ecopetrol, EPM, Holcim, Isagen, Nutresa, Pavco, Seguros Bolívar, Syngenta y Telefónica” (Consejo Empresarial Colombiano para el Desarrollo Sostenible. CECODES)
Inpsicon sin lugar a dudas hace parte de este grupo de empresas, sin embargo, ésta empresa atípica va mucho más allá, debido a que se especializa en la realización de investigaciones, capacitaciones y proyectos en torno a la psicología del consumidor. Ciudadano de Honor es uno de sus grandes proyectos, el cual a través de sus líneas de acción (Reducir, Reutilizar, Reciclar y Responsabilizarse) hace posible que el consumo responsable cada vez cobre más fuerza ya que transmite éste tipo de información a todo tipo de población en el país, razón por la que ha ganado reconocimiento con el pasar de los años y es una excelente oportunidad para lograr pequeños cambios que permitan a la humanidad tener una vida digna.
Finalmente, acciones como la reflexión, auto-contención y la transformación de prácticas de consumo son requisito indispensable para que el ser humano pase de ser un “Homus Económicus” y comience a considerarse y mostrarse como un “Homus Responsabilus”, el cual según Ortega y Mastral (2003) citados por Piñeiro y Días (2012). Debe tomar en cuenta las repercusiones sociales, económicas, ecológica, políticas, entre otras, en el momento de elegir entre las diversas opciones que ofrece el mercado. Tomando en consideración todo lo expuesto hasta el momento sobre el consumo responsable, podría decirse que el ser humano está siendo invitado a pasar por un proceso de autoevaluación respecto a los efectos que sus acciones de consumo generan a nivel social, cultural y ambiental, con el objetivo de que éste decida el roll que realmente desea desempeñar una vez realizado este análisis de forma consciente.
Referencias
Consejo Empresarial Colombiano para el Desarrollo Sostenible. CECODES. (S.f.) Sostenibilidad en Colombia casos empresariales 2011. Recuperado el día 21 de Julio del 2015 de la página web:http://www.cecodes.org.co/index.php/component/content/article/9-frontpage/1569-sostenibilidad-en-colombia-casos-empresariales-2011.html
Duenas, S., Perdomo, J. y Villa, L. (2014). El concepto de consumo socialmenteresponsable y su medición. Una revisión de la literatura Estudios Gerenciales.Universidad ICESI. 30. (132). p, (287-300). Extraído de:http://www.redalyc.org/pdf/212/21231380009.pdf
Piñeiro, C. y Díaz, M. (2012). Perdiéndonos en la ciudad: el consumo responsable como mensaje, la ciudad de Madrid como ecosistema comunicativo. Athenea Digital. Revista de Pensamiento e Investigación Social, 12 (1). p, (67-88). Extraído de: http://www.redalyc.org/pdf/537/53723265005.pdf
Revista Eureka sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias. (2007). Consumo responsable. España, 4 (1). p, (189- 192). Extraído de: http://www.redalyc.org/pdf/920/92040112.pdf
Villegas, G. y López, M. (2006). El interés ecológico y el consumo socialmenteresponsable -dos conceptos para la gestión ambiental del empresario. Revista Luna Azul. (22). p, (68-73). Extraído de:http://www.redalyc.org/pdf/3217/321727224008.pdf
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