Consumismo Modo : Venezuela Aid Live

Por: María Mercedes Botero

 

Esperando para abordar el avión de Panamá a Barranquilla, le pregunte a una Sra. ¿por qué llora, puedo ayudarle?, con melancólica voz me respondió: “Gracias, pero no, no lo creo Sra. no es posible que Ud. pueda ayudarnos, somos miles de migrantes de Venezuela que hoy lloramos sin vergüenza, ante tantas injusticias , hoy me siento impotente.Nada de lo nuestro existe, nos han robado hasta la esperanza, ¿acaso imagina Ud. la nostalgia que sentí cuando llegue a buscar a mi peluquero y no lo encontré? era el de toda la vida, con el que me hermoseaba y me desahogaba del desamor, ese que siempre tenía palabras hermosas para mí, en 30 ininterrumpidos años de mi vida”.

Me contó que le dolió su partida y que añora la despedida, que esa mañana llegó con la ilusión de cambiar su cara de tristeza y resulta que perdió el peluquero y la esperanza. “A los compatriotas venezolanos nos han arrebatado todo. A mi peluquero le toco abandonar sus sueños, huir buscando un horizonte perdido, tal como me encuentro yo hoy acá, esto duele mucho mi Sra”

Al día siguiente fui a peluquearme y ¡oh sorpresa¡, al escuchar el tono de voz del nuevo peluquero que me asignaron, sentí su inconfundible y armonioso acento venezolano. Quise imaginar que era el mismo del que me hablo la Sra. y contarle lo mucho que le extrañaba. Me invadió una infinita nostalgia por él, por ella y por todos nuestros hermanos venezolanos a quienes les están trasquilando la vida, sin derecho a queja.

Unámonos en una sola voz, las lágrimas ya no alcanzan para tanto dolor y maltrato anunciado.