Efecto Policromía

Cuando el entorno en el que vives tiene monocromía, tú también te vuelves monocromático. La constante presencia de un solo color en el espacio donde permaneces diariamente se va propagando con el tiempo hacia tu inconsciente. A veces nos sentimos más seguros y cómodos viviendo con un único semblante, pero la vida no puede ser monocromática, debe ser un universo de policromía, ¡llena de puro color!

El reluciente y colorido hallazgo que tuve, fue fruto de un encuentro casual; guarde por muchos años partes del piso de la casa en la que viví toda mi infancia y hoy los he recuperado reutilizándolos en mi nuevo espacio de estudio. ¡Oh sorpresa! me di cuenta que mi capacidad de asombro, admiración, deguste y deleite por el color y las formas, nació del piso que tenía la casa en la que gateé. Triste, que los niños hoy crecen en pisos aptos para visión monocromática, no se distraen tocando e interactuando con los objetos sino con las pantallas, el color no lo sienten en sus manos ni lo palpan en las texturas. ¿Para quién está pensado el diseño de espacio y la paleta de colores en tu hogar? ¿Será para el “qué dirán” de los que la visitan o para los que habitan en ella? Monocromía en acción.

El diseño de interiores está profundamente ligado a la Psicología, el color de un espacio provoca y despierta sensaciones infinitas. Es una decisión que va más allá de la estética. El esquema monocromático puede resultar repetitivo y rutinario, no genera efecto de inquietud.

Los pisos coloridos de mi casa tuvieron un fuerte efecto en mi vida, quizás no estoy proponiendo un modelo de Feng Shui, pero sí un sistema que genere recordación y emociones duraderas. La vida tiene que tener policromía, llénate de formas y texturas con las que puedas interactuar y jugar. Mi invitación es a que el hogar en el que habitas tenga diversidad de colores donde se dejen vivir los sentimientos y que tu espacio te inspire para crear y soñar.