Fast Fashion

Escrito por: Melissa Payares.

Hoy en día vivimos en una época donde el cuidado del medio ambiente se ha convertido en un tema vital para la generación actual y las siguientes generaciones. No es un secreto que los seres humanos hemos deteriorado el planeta, y es un deber de todos empezar a concientizar a las personas para que nuestros descendientes tengan un lugar idóneo donde vivir.

Con el transcurso de los años se han desarrollado diferentes estrategias para optimizar cualquier tipo de negocio. En el mundo de la moda la estrategia es el “FAST FASHION”. Esta sin duda, ha seducido a todos los estratos y públicos posibles debido al fácil acceso de cualquier prenda, pero el gran problema con esto es que se está pensando en vender y no se está pensando en los daños que se están causando al medio ambiente a largo plazo.

El “FAST FASHION” se trata básicamente de introducir tendencias, es decir, colecciones de ropa que se encuentran a la vanguardia pero que son diseñadas y fabricadas de una forma rápida y barata. De esta manera, ofrecen al consumidor medio la posibilidad de acceder a las novedades del mundo de la moda a precios bajos.

Hace un par de décadas atrás, las personas compraban ropa solamente para una ocasión en especial, se fijaban mucho en la calidad y durabilidad de cada prenda. Con el pasar de los años la moda cambió hasta llegar al punto donde los clientes prefieren sacrificar la calidad del producto por lucir algo a la moda y sentir que la ropa proporciona belleza. Además para los empresarios se ha vuelto un negocio redondo (procesar la ropa disminuyendo el tiempo y los costos de producción). Lo preocupante de esto es que el interés de las empresas se encuentre dirigido únicamente al cliente sin tener en cuenta al medio ambiente.

Si visualizamos un cuadro ideal de una empresa que utilice el “FAST FASHION” como principal estrategia de venta, lo primordial es que se realicen y se ejecuten las siguientes preguntas: ¿Qué tanto afectamos la naturaleza? ¿Cómo puedo contrarrestar el daño que ocasiono? ¿Cuántos arboles debo sembrar? ¿Cuántas veces ha comprado el cliente en la tienda? ¿Cuántas veces ha comprado dicho producto?  ¿Qué edad tiene el cliente? … Esta información es fundamental ya que se envía a toda la cadena de producción y comercialización.

El proceso de diseño y producción textil de las grandes tiendas como Zara, Berhska, H&M y Fofever21 toma aproximadamente 48 horas, en comparación con lo que se tardaba en años anteriores es sumamente difícil mantener un equilibrio con la recuperación de los árboles. Sin embargo, el bienestar de la organización, de los clientes y del medio ambiente debe estar unido y se debe trabajar en ello.

El mercado sigue cambiando la forma de producción ya que el cliente es quien da la orientación a lo que se debe producir mediante el uso de sistemas informáticos que identifican sus gustos. Que cambian rápidamente y entre otros deben seguir el ritmo y estar en constante variedad de prendas. Pero no es solo ver el lado positivo y productivo de la moda, hay un trasfondo en toda esta vanguardia que afecta directamente el medio ambiente y por ende nos afecta a nosotros, la materia prima que se utiliza es cada vez más novedosa, aunque no de la misma calidad que en otra épocas, por lo que se hace necesario saber utilizar y combinar de forma adecuada este tipo de materiales, ya que a medida que se va creando las prendas, van adquiriendo mayor impacto en los mercados textiles y de igual forma creando impacto dañino para nuestro mundo.

Adicionalmente debemos tener en cuenta que esta tendencia de “FAST FASHION” se caracteriza por sus bajos costos en las prendas de vestir, por ende para poder vender las prendas a los precios en que se venden deben ser producidas en grandes cantidades, haciéndolas poco o nada exclusivas y produciéndolas a costos extremadamente económicos y subcontratando los procesos de producción de las prendas en países asiáticos que tienen a sus trabajadores en condiciones de explotación.

 

Para concluir debo hacer énfasis en que la moda ha ido creciendo y evolucionando, convirtiéndose así, en una de las industrias más importantes de occidente. No debemos olvidar que como toda gran industria, la moda debe tener un sentido de responsabilidad social y ambiental igual de fuerte y contundente como las ventas al público. Finalmente, hay que recordar que como consumidores tenemos el poder de escoger lo que queremos vestir, así mismo debemos elegir responsablemente las prendas de vestir y tener en cuenta el impacto medioambiental, económico y social para realizar una compra responsable.

REFERENCIAS

The True Cost. Documental (2015), Andrew Morgan.
Imagen: Blog.cladwell.com




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